Un poco de todo....

Diciendo adiós a Taramundi con el molino de Mazonovo, que sí merece la pena visitar.

Tengo que decir que allí me encontré unos manzanos que me encantan. Mi abuelo cuando había estado trabajando en Asturias, había plantado un manzano delante de casa igualito a estos, estuvo allí como cincuenta años pero el año pasado un temporal lo tumbó, así que adiós a mis manzanas preferidas y al manzano emblema de mi casa jaja.

 

Bajando de Taramundi, nos encontramos A Pontenova, antes Villaodrid, pueblo minero e industrial del 1900, con sus minas y hornos.

El mineral que se obtenía se metía en estos hornos para sacarle los residuos y obtener el hierro.

Aprovechando el viaje me desvié hasta Sobrado dos Monxes, hacía como diez años ó más que no estaba por allí, pero aunque los accesos han mejorado, el monasterio sigue estando en bastante mal estado, sigue teniendo muchas humedades y hasta hierbas en las ventanas. Me sigue encantando el claustro de los medallones y me gustó ver que sirve de posada para los peregrinos. La entrada un euro.

Y hasta aquí el post de hoy.