viernes, 10 de octubre de 2014

Desconectar hasta perderse

Hay días en los que uno desea estar solo y desconectar de la realidad, adentrarse en un mundo de pensamientos sin  que nadie le moleste. 
En esos días me iría a muchos lugares perdidos que conozco, pero este post se lo voy a dedicar a Santa Mariña, un pequeño sitio  costero escondido entre montañas y adornado con diminutas embarcaciones.


Sólo he estado una vez en este lugar y no suelo ir ahí a olvidarme de todo, pero me pareció un sitio sencillo y tranquilo donde poder sentarse a meditar.



Cada vez me gusta más perderme en sitios abandonados y poco transitados, donde poder pasear con tranquilidad y disfrutar de las cosas sencillas que nos da la vida.




Este post me salió un poco melancólico, pero a veces uno se encuentra como la barca entre la niebla, sin poder ver lo que le rodea.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIOS