miércoles, 30 de agosto de 2017

Combarro, entre el reconocimiento turístico y la magia perdida.




Uno de esos pueblos que siempre ha llamado mi atención ha sido Combarro, pero mi única visita hace un par de años no resultó lo que yo esperaba.


Siempre me había atraído la imagen de las casas marineras con sus balconadas en piedra orientadas hacia el mar y los hórreos a pie de playa, pero el reconocimiento turístico de esta villa le ha hecho perder parte de la magia marinera de otra época.



Tengo que reconocer que el inicio de la visita fue de mi agrado. La entrada silenciosa en la mañana por aquellas estrechas  y tranquilas callejuelas de piedra me hacía disfrutar de la verdadera imagen del pueblo, pero según me iba acercando a la zona de playa la tranquilidad se empezó a terminar y me vi rodeada de turistas y casas vestidas de souvenirs que impedían contemplar su maravillosa arquitectura.
Los hórreos están rodeados de terrazas en las que poder comer y disfrutar de las vistas al mar.





Combarro, para mí ha resultado ser un lugar lleno de magia perdida para dar lugar a un medio de vida de los lugareños orientado a un turismo recargado de tiendas y terrazas, que impiden ver la propia esencia del pueblo.




A pesar de todo, merece la pena visitarlo y alejarse un poco de la parte más concurrida para apreciar la verdadera esencia del pueblo, desconectar y disfrutar de la tranquilidad que una pequeña villa marinera disfrutó en otra época.