martes, 19 de agosto de 2014

Costa da morte y viejos recuerdos

La Costa da morte es una zona que me trae muchos recuerdos y aunque en los últimos años se ha dado más a conocer sigue siendo una zona bastante salvaje por algunos rincones.
Siguiendo desde el Faro de Cabo Vilán hacia Camelle por el monte, podemos encontrar preciosas vistas y playas escondidas donde poder desconectar y perderse en la soledad. Una de esas playas es la de Reira con el Monte Blanco al fondo.


También hay pequeñas calas y dejo la foto de esta porque me pareció preciosa por su tamaño y su enorme cantidad de piedras redondeadas.





Viajando en el coche nos encontramos grandes espacios donde poder aparcar y disfrutar de las vistas o simplemente pasear.





Siguiendo esta ruta también nos encontramos el conocido Cementerio de los ingleses, lugar donde se encuentran enterrados los tripulantes del Serpent, un navío inglés que naufragó en estas peligrosas aguas por 1890 y cuyos cuerpos fueron enterrados por los lugareños en este aislado lugar.








No a todo el mundo le gusta esta ruta, sobre todo por lo aislada que está y lo poco concurrida que se encuentra. A mi me encanta por todo eso, está llena de lugares por descubrir y hay multitud de rincones donde enamorarse del peligro de estas aguas.

viernes, 15 de agosto de 2014

Faro de Cabo Vilán, lugar hermoso con punto de tragedia

Cabo Vilán es un cabo que se sitúa en la Costa da Morte, en el Ayuntamiento de Camariñas y tiene la peculiaridad de levantar el faro eléctrico más antiguo de España, que a pesar de tener un foco de luz visible a 55 km no puede evitar las tragedias que se producen en esta peligrosa zona marítima.



A pesar de haber pasado muchos años desde mi primera visita, el lugar apenas ha cambiado. Sigue conservando su encanto natural y aunque la primera vez que fui se acababa de iniciar el parque eólico, ahora aquellos primeros molinos de viento resultan diminutos al lado de los más modernos.
Tampoco había por entonces la Stolt Sea Farm (piscifactoría de rodaballo) instalada a los pies del faro, algo  que para mi gusto desentona enormemente con el entorno. Pero es vieja costumbre gallega  estropear nuestros entornos más preciados. Mientras Asturias conserva su patrimonio natural conservando con mimo cada detalle, en Galicia tendemos a hacer todo lo contrario y aunque en los últimos años se ha intentado cambiar esta mentalidad hay zonas que ya se han estropeado para siempre.


Aún así es un lugar con preciosas vistas y que me trae maravillosos recuerdos de alguien que ya no está pero que es difícil de olvidar.




Las mejores vistas del faro se consiguen cogiendo la carretera hacia el cementerio de los ingleses.




Este post se lo dedico a Francisco, la persona que me llevó por primera vez a este melancólico y espectacular lugar y que ya no podrá volver a hacerlo; pero al que nunca olvidaré.