viernes, 31 de enero de 2014

Una cascada esporádica


En este blog ya he dedicado un post a uno de mis lugares preferidos (el Monte Pindo y el Mirador del Ézaro), en este caso el post de hoy va sobre la Cascada del Ézaro.




A pesar de recorrer la zona del Ézaro en multitud de ocasiones, nunca había visto la cascada en todo su esplendor y en pleno atardecer un día frío de invierno.



Después del horrible incendio que  arrasó el Monte Pindo el pasado verano, he comprobado que la zona sigue teniendo su encanto; aunque las rocas han perdido su esencia de puro granito para tomar un color marrón que entristece un poco el lugar y le da cierto aire melancólico.




Tengo que reconocer que prefiero este lugar en verano ya que el color del agua es mucho más bonito y las vistas son mucho más alegres. Pero sea invierno, verano u otoño este sitio nunca pierde su encanto; y con lo que ha llovido esta temporada, la cascada está en todo su esplendor, así que tanto si ya la habéis visitado como si no, os recomiendo que lo hagáis porque seguro no os va a decepcionar.



Aquí os dejo unas fotitos para que podáis ver la diferencia.
 


 

 Espero que os haya gustado.

 

 

 

 

 

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