Catedral de Tui

Siempre que viajo a Portugal es raro que no pare a dar una vuelta por Tui. Tiene mucho en común con Santiago de Compostela, aunque no es un pueblo tan concurrido ni tampoco tan comercial.

Lo primero a visitar es la Catedral de Santa María y aunque cobran por visitar el claustro, por una vez merece la pena hacerlo.
 

 

Los que seguís mi blog ya sabéis que me gusta visitar edificios religiosos y en general todo lo que sea de piedra me atrae especialmente.

 

La Catedral de Tui se empezó a construir en el siglo XII y aunque tiene planta románica, la fachada principal corresponde al gótico y se catalogó como la primera obra de este estilo realizada en la Península.

Me atrae esta fachada por el pórtico que tiene en la entrada y también por su peculiar forma, nada que ver con la de Santiago; aunque ambas maravillosas cada una en su estilo.
 

 

 Si decidís visitar el interior podréis gozar de unas estupendas vistas del Río Miño, de la Fortaleza y de los tejados de la Catedral.
 

 

 

Es interesante el claustro con sus jardines y restos de esculturas que se hayan expuestas en sus pasillos.
 

 

 

 

Y recorrer a pie las calles de Tui también tiene su encanto; la catedral está rodeada de estrechas y empinadas callejuelas de piedra rodeadas de antiguas casitas y pequeñas iglesias.

 

 

 

 

Y hasta aquí el post de hoy.