Desde hace muchos años
Camariñas es uno de mis lugares preferidos para pasear y desconectar. Siempre
que voy descubro un lugar nuevo y nunca deja de sorprenderme, hay infinidad de
caminos para perderse.
Puedes disfrutar de playas salvajes, calas escondidas, montes de arena blanca, inventarte rutas por el monte y disfrutar de todo lo que nos ofrece la naturaleza.
Puedes disfrutar de playas salvajes, calas escondidas, montes de arena blanca, inventarte rutas por el monte y disfrutar de todo lo que nos ofrece la naturaleza.
Aunque a mí me encantan
estas tierras, tengo que reconocer que no a todo el mundo le gustan. Una vez
hablando con una compañera de trabajo del País Vasco, me decía que a ella no le
gustaba, que estaba todo como abandonado, perdido,.. en cambio para mí es ahí
donde radica su encanto.
Adoro los sitios
tranquilos y en los que aún se puede disfrutar de paisajes maravillosos sin el
bullicio de turistas y tiendas de souvenirs.
Es cierto que en los
últimos años la zona se está promocionando y dando a conocer con rutas como “o camiño
dos faros”, la “mostra do encaixe”,.. y aunque a toda “ A costa da morte” le
vendría muy bien el impulso económico del turismo, también perdería parte de su
encanto y de su tranquilidad.
Yo espero seguir perdiéndome
por rutas inventadas desde Traba a Camelle, caminos escondidos de Arou a Santa
Mariña, vistas infinitas de aguas tormentosas y molinos abandonados en aguas
del Río Porto.
“O pasar por Camariñas, por Camariñas pasei cantando ”