Hace tanto tiempo que no cuelgo
un post que ya casi ni me acuerdo de lo que hice en mis últimas rutas de
desconexión.
Este se lo dedico a mi amigo Abel
Fernández Garrote, que siempre comenta mi blog y es la persona que me ha
recomendado visitar la Cascada
del Río Belelle por la zona de Neda. Aunque la visita fue antes del verano
merece la pena comentarla.
En esa época el río tenía
bastante caudal y aunque los accesos no eran muy cómodos, es ideal para hacer
una ruta de senderismo y disfrutar en plena naturaleza.
Y después de subir la cuesta
acabas llegando a la zona deseada, descubriendo entre la maleza la fabulosa
cascada.
Tengo que decir que en invierno
se resbala bastante, por lo que es recomendable ir con ropa adecuada, que por
supuesto no fue mi caso jaja.
Reconozco que siempre acabo
haciendo cosas raras o mirando la punta del zapato, son mis momentos de locura transitoria que espero nunca se acaben.
Aunque he visitado otras cascadas en esta conseguí tener mi
momento de relajación total, me senté en aquella piedra y me dediqué a escuchar el ruido del agua, observar la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad.
A veces es necesario poder
evadirse y no pensar en nada, en este precioso lugar lo conseguí.
No dejéis de ir!!!!!.